En el doloroso momento del fallecimiento de un ser querido, es crucial enfrentar los trámites legales para gestionar su herencia. En este artículo, proporcionaré una guía paso a paso para aquellos que se encuentran en esta situación, con el objetivo de facilitar el proceso y disipar cualquier confusión.
El proceso puede parecer abrumador para quienes no están familiarizados con él. Sin embargo, con el conocimiento adecuado y la orientación correcta, se puede llevar a cabo de manera eficiente y sin complicaciones innecesarias.
El primer paso es obtener el certificado de defunción del fallecido. Este documento es esencial y se puede obtener presencialmente en el Registro Civil correspondiente o de forma telemática, según la preferencia del solicitante.
Es importante destacar que, aunque algunas funerarias pueden ofrecer servicios para obtener este certificado, es más conveniente y económico obtenerlo directamente a través de las vías oficiales mencionadas.
El siguiente paso es obtener el Certificado de Actos de Última Voluntad, también conocido como "certificado de últimas voluntades". Este documento indica si el fallecido dejó o no un testamento y, en caso afirmativo, ante qué notario se formalizó.
Este certificado se puede obtener de forma presencial en la Gerencia Territorial del Ministerio de Justicia, por correo postal o telemática. Alternativamente, la Notaría elegida para tramitar la herencia puede encargarse de obtener este documento en nombre del interesado.
Con el certificado de últimas voluntades en mano, se verificará si el fallecido dejó un testamento ante notario. Dependiendo de este resultado, se seguirán dos escenarios:
- Persona fallecida con testamento: Se obtendrá una copia auténtica del testamento, ya sea directamente en la Notaría donde se otorgó o delegando esta tarea en la Notaría elegida para tramitar la herencia.
- Persona fallecida sin testamento: Se procederá a realizar un acta de declaración de herederos intestados ante notario para determinar quiénes son los herederos legales según la ley.
Una vez se tenga el título sucesorio correspondiente, los herederos deberán recopilar toda la documentación necesaria para aceptar la herencia. Esto incluye:
- Documentos de propiedad de bienes inmuebles.
- Certificados de posiciones de cliente fallecido de entidades financieras.
- Certificados de contratos de seguros de cobertura de fallecimiento.
- Certificados de circulación de vehículos, en caso necesario.
Es crucial recibir asesoramiento civil y fiscal para comprender las implicaciones legales y fiscales de aceptar la herencia. Este asesoramiento puede ser proporcionado por un abogado especializado o por la Notaría elegida para tramitar la herencia.
Una vez se haya recopilado toda la documentación necesaria y se haya recibido el asesoramiento correspondiente, los herederos deberán formalizar la aceptación y adjudicación de la herencia ante notario mediante una escritura pública.
Tras la formalización ante notario, los herederos deberán liquidar los impuestos correspondientes, como el Impuesto de Sucesiones y el impuesto sobre el incremento de valor de los terrenos de naturaleza urbana ("plusvalía municipal").
Finalmente, los herederos deberán proceder a inscribir su derecho de propiedad en el Registro de la Propiedad, en caso de bienes inmuebles, y actualizar la titularidad en las entidades bancarias correspondientes.
Es fundamental tener presente que el plazo para la presentación de la autoliquidación de Sucesiones es de seis meses contados desde el día del fallecimiento del causante o desde aquel en que adquiera firmeza la declaración de fallecimiento.
En conclusión, tramitar una herencia puede parecer complicado, pero siguiendo estos pasos y buscando el asesoramiento adecuado, el proceso puede llevarse a cabo de manera efectiva y sin contratiempos significativos.