Nuestro equipo ha realizado una selección de las preguntas más habituales. Si necesita más información agradeceríamos que se pusiera en contacto con nosotros y estaremos encantados de atenderle para resolver cualquier duda que pudiera tener.
¿Qué documentación debo de tener para vender mi vivienda?
Si no tiene cargas, hay que tener preparado el título de propiedad (escritura), dni. de los propietarios, último recibo del IBI, certificado de estar al corriente en los gastos de la comunidad ( en el caso que sea un inmueble que pertenece a un edificio de varios propietarios), certificado de eficiencia energética, últimos recibos de los consumos de agua, luz, gas, etc.
¿Puedo vender mi vivienda hipotecada?
Los inmuebles se transmiten libre de cargas, por lo cual entendemos que una vivienda no debería venderse hipotecada. Pero hoy en día, lo que se hace, cancelar la hipoteca, haciendo dos cheques, uno para el vendedor y otro para el banco, en función de la cantidad que emita el banco a través de un certificado de deuda.
A posteriori, se debe hacer la cancelación registral de esa deuda hipotecaria, haciendo una escritura de cancelación, que debe hacer la entidad que tenía la hipoteca y el registro de esa cancelación en el registro de la propiedad. Para ello, se le hace una provisión de fondos al vendedor, alrededor de los 800 € , para cubrir los gastos de ese trámite.
¿Qué plazo tengo para pagar la plusvalía?
El plazo para presentar la escritura para generar el Impuesto Municipal sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (plusvalía) son 30 días desde la firma de la escritura pública.
¿Qué impuestos tengo que pagar después de vender mi vivienda habitual?
¿Para qué sirve el home staging?
Procedente de EE UU, el significado de Home Staging es “casa puesta en escena”. Reúne una serie de técnicas que ayudan a adecuar una vivienda para sacar su mejor cara. Esto facilita la venta en el mercado, para atraer al mayor número de personas posibles interesadas en la vivienda y para evitar los recortes en la negociación, que pueden alcanzar hasta el 15%.
En España es una técnica nueva, pero en muchos países europeos se considera una práctica común.