La Camella es uno de los núcleos residenciales más activos del interior de Arona. Situada a medio camino entre Valle San Lorenzo y Los Cristianos, combina el encanto de un pueblo tradicional con la ventaja de estar a solo diez minutos de la costa y de las principales zonas turísticas del sur de Tenerife.
Su ubicación estratégica y su carácter familiar la han convertido en una de las áreas más demandadas por residentes locales, parejas jóvenes y trabajadores del sector servicios que buscan estabilidad y precios más racionales.
Para los propietarios, vender una vivienda en La Camella exige comprender cómo ha evolucionado el mercado, qué tipo de compradores se interesan por la zona y cómo preparar el inmueble para destacar frente a una oferta cada vez más cuidada.
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En octubre de 2025, el precio medio de la vivienda en La Camella se sitúa entre 1.900 y 2.600 €/m², según los datos cruzados de Idealista, Fotocasa, Tinsa y el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana (MITMA). Este rango sitúa a La Camella como uno de los enclaves más equilibrados del municipio de Arona: con precios más asequibles que los de la costa, pero con una demanda constante que mantiene los valores firmes y en ascenso.
Durante el último año, los precios han experimentado una subida media del 6 %, impulsada por la mejora de las infraestructuras, la consolidación de servicios educativos y sanitarios en el entorno, y la proximidad a los principales ejes laborales del sur, especialmente a Los Cristianos y Las Américas. La Camella se beneficia de su posición estratégica: lo bastante cerca del mar para disfrutar del clima y la conectividad, y lo bastante alejada del núcleo turístico para conservar tranquilidad y precios más razonables.
Las viviendas reformadas, con garaje, trastero y vistas despejadas al valle, se sitúan en la franja alta, entre 2.700 y 2.900 €/m². Suelen corresponder a pisos familiares amplios o casas terreras actualizadas, muy cotizadas por su comodidad y bajo mantenimiento. En cambio, las propiedades con reformas pendientes o instalaciones antiguas se mantienen entre 1.700 y 2.000 €/m², aunque conservan buena salida gracias al interés de compradores jóvenes e inversores que buscan proyectos de mejora con retorno rápido.
El tiempo medio de venta oscila entre tres y cinco meses, un periodo muy competitivo para un entorno no costero. Los inmuebles bien valorados, presentados con reportaje profesional y con la documentación preparada, se cierran en menos de 90 días, mientras que los sobrevalorados pueden permanecer en el mercado más de un año, obligando a ajustes progresivos de precio.
El mercado de La Camella se sostiene sobre tres pilares fundamentales que explican su estabilidad y previsibilidad:
Demanda local y residente.
La Camella mantiene una demanda estructural procedente de familias canarias y peninsulares con empleo estable en Arona, Adeje o San Miguel de Abona. Buscan vivienda principal en un entorno tranquilo, con buena conexión a la TF-28 y la TF-1. Este perfil prioriza funcionalidad, espacio y proximidad a colegios y servicios frente a los elementos estéticos. El comprador aquí compra para vivir, no para especular, lo que aporta solidez al mercado y reduce la volatilidad.
Oferta limitada de nueva construcción.
La zona conserva su carácter residencial tradicional, con edificaciones de baja altura y solares escasos. Los nuevos proyectos se concentran en pequeñas promociones de viviendas adosadas o pisos con garaje, sin impacto en la oferta general. Esta escasez de suelo urbanizable mantiene la estabilidad de los precios y evita la competencia directa entre vivienda nueva y de segunda mano. Además, el auge de las reformas integrales ha impulsado el valor de las propiedades existentes, al mejorar la calidad media del parque inmobiliario.
Interés inversor moderado pero creciente.
Aunque el peso de la inversión especulativa es menor que en la costa, el perfil del inversor racional se hace notar. Muchos adquieren pisos o casas terreras para alquiler de larga duración, aprovechando la alta demanda y el bajo riesgo de vacantes. La rentabilidad bruta media se sitúa entre el 5 % y el 5,5 % anual, lo que convierte a La Camella en un destino atractivo para quienes buscan ingresos estables sin los condicionantes del alquiler vacacional.
Además, el entorno social y económico de La Camella aporta un valor añadido intangible: vida de barrio, comercio cercano y buena convivencia vecinal, factores muy apreciados por familias y compradores maduros que huyen del ritmo turístico. Esta estabilidad convierte al barrio en un microcosmos residencial donde los precios evolucionan despacio pero sin retrocesos, reflejo de una economía doméstica sólida y un tejido vecinal activo.
En conjunto, La Camella se consolida en 2025 como un mercado familiar, predecible y rentable, donde el valor depende menos de la moda y más de la calidad del inmueble, el mantenimiento y la documentación al día. Quien vende con realismo y profesionalidad encuentra comprador, y quien prepara su vivienda adecuadamente logra hacerlo sin descuentos.
Más del 60 % del parque inmobiliario de La Camella está formado por pisos familiares de entre 70 y 110 m², distribuidos en edificios de dos o tres plantas, en su mayoría sin ascensor. Se trata de viviendas amplias, funcionales y muy representativas del modelo residencial del sur de Tenerife: hogares diseñados para familias estables, con espacios cómodos, buena ventilación y un entorno tranquilo.
Estos inmuebles suelen contar con dos o tres dormitorios, uno o dos baños, cocina independiente o semiabierta y balcón o terraza funcional, además de plazas de aparcamiento o trasteros en los edificios más recientes. Aunque las comunidades son pequeñas y con gastos moderados, la mayoría mantiene un nivel de conservación aceptable, y los propietarios invierten progresivamente en mejoras estructurales y estéticas.
El perfil comprador de este tipo de vivienda está compuesto principalmente por familias locales, parejas jóvenes y trabajadores del sector servicios que desean permanecer cerca de su entorno laboral en Arona, Adeje o San Miguel. Este público valora la cercanía a colegios, comercios, farmacias y transporte público, así como la posibilidad de disponer de garaje cerrado o aparcamiento privado, un bien cada vez más escaso en el casco urbano.
Rangos de precios:
Reformados, con garaje o trastero: entre 2.300 y 2.700 €/m², especialmente cuando la vivienda ha sido actualizada con materiales neutros, carpintería moderna y baños o cocinas renovadas.
De origen o con reformas pendientes: entre 1.700 y 2.100 €/m², dependiendo de la orientación, la luminosidad y el estado de las instalaciones eléctricas y de fontanería.
Las viviendas más buscadas son aquellas situadas en calles tranquilas, con orientación sur o suroeste y vistas parciales al valle, ya que combinan buena exposición solar y ventilación natural. En general, las propiedades luminosas, con distribución práctica y bien conservadas alcanzan precios por encima de la media local, y suelen recibir varias visitas en los primeros días de publicación.
Otro aspecto decisivo es el estado de la comunidad de propietarios. Los edificios con mantenimiento regular, sin derramas pendientes y con fachada en buen estado generan mayor confianza entre los compradores, reduciendo la necesidad de negociación. En cambio, los inmuebles en comunidades descuidadas o con problemas estructurales visibles suelen requerir rebajas de entre un 5 y un 10 %.
El interiorismo y la presentación visual son también factores diferenciales. Pintar con tonos neutros, despejar espacios y sustituir pequeños elementos como pomos, enchufes o luminarias mejora notablemente la percepción del valor. En un mercado cada vez más competitivo, los pisos con fotografía profesional y una descripción clara destacan en los portales inmobiliarios, alcanzando más del doble de visualizaciones que los anuncios sin optimizar.
En comparación con otras zonas residenciales del municipio, La Camella ofrece mejor relación entre superficie y precio que Valle San Lorenzo o Buzanada, lo que atrae a familias que priorizan espacio interior sobre proximidad al mar. Este equilibrio convierte al barrio en un punto intermedio entre las zonas costeras más caras y los núcleos rurales más alejados.
En definitiva, los pisos amplios, bien orientados y con plaza de aparcamiento o trastero representan la columna vertebral del mercado inmobiliario de La Camella. Son viviendas de alta rotación, con precios ajustados y gran liquidez en comparación con otros segmentos.
Resumen: las viviendas luminosas, bien cuidadas y con aparcamiento cerrado se venden rápido y a buen precio, especialmente cuando están correctamente documentadas, con certificado energético actualizado y una presentación visual cuidada.
La Camella conserva una proporción significativa de casas terreras tradicionales, un tipo de vivienda muy característico de los núcleos históricos de Arona. Estas propiedades, muchas de ellas construidas entre las décadas de 1970 y 1990, forman parte del paisaje urbano del barrio y mantienen un gran valor patrimonial y funcional. Suelen contar con una o dos plantas, patios interiores, azoteas transitables y posibilidad de ampliación, lo que les otorga una versatilidad muy apreciada por compradores que buscan independencia y espacio exterior.
A diferencia de los pisos o apartamentos, estas viviendas ofrecen privacidad, metros útiles amplios y libertad para personalizar o reformar, convirtiéndose en un producto escaso y muy demandado. Representan aproximadamente el 25 % de la oferta en venta y se distribuyen principalmente en las zonas intermedias y altas del casco, donde predominan las calles residenciales de baja densidad y ambiente familiar.
Rangos de precios actualizados:
Casas terreras reformadas: entre 2.400 y 2.800 €/m², alcanzando incluso los 3.000 €/m² cuando cuentan con garaje cerrado, patio acondicionado o vistas despejadas al valle.
Adosados modernos en urbanizaciones recientes: entre 2.600 y 3.000 €/m², especialmente en promociones construidas después de 2010 con acabados actuales y buena eficiencia energética.
Viviendas antiguas por reformar: entre 1.500 y 1.800 €/m², dependiendo del estado estructural, accesos y posibilidad de legalizar ampliaciones existentes.
Estas cifras sitúan a La Camella en una franja intermedia dentro del mercado sureño: más asequible que zonas como Cho o Palm-Mar, pero más estable que otras áreas rurales donde el comprador es menos constante.
El perfil comprador de estas viviendas es claro:
Familias locales o peninsulares que buscan una vivienda definitiva con espacio exterior, garaje privado y autonomía respecto a comunidades de vecinos.
Pequeños empresarios o autónomos, interesados en combinar vivienda y actividad profesional en el mismo inmueble, especialmente en casas con locales anexos o planta baja adaptable.
Compradores que valoran el potencial de reforma, atraídos por la posibilidad de ampliar, redistribuir o dividir el espacio en dos viviendas independientes.
El atractivo principal de las casas terreras en La Camella radica en su capacidad de personalización. Al disponer de azotea o patio, muchos propietarios optan por instalar pérgolas, barbacoas o pequeños huertos, transformando estas zonas en espacios de convivencia familiar. Las viviendas con terreno propio, garaje cerrado y acceso directo desde la calle son especialmente codiciadas, ya que combinan independencia, comodidad y rentabilidad a largo plazo.
En el caso de los adosados modernos, la demanda proviene de parejas jóvenes o familias que desean un entorno más estructurado, con calles nuevas, zonas de aparcamiento y acabados contemporáneos. Estas propiedades ofrecen mantenimiento más sencillo y gastos comunes reducidos, aunque su disponibilidad es limitada debido a la escasez de promociones recientes en la zona.
El estado estructural y la documentación son factores determinantes en el precio final. Las casas con escritura inscrita, certificado energético, planos actualizados y regularización catastral se venden más rápido y sin grandes márgenes de negociación. En cambio, aquellas con anexos sin registrar o reformas antiguas sin licencia suelen requerir ajustes de entre un 10 y un 15 % sobre el precio de salida, además de una gestión más lenta por parte de las entidades financieras en caso de hipoteca.
Otro elemento que influye en el valor es el entorno inmediato. Las viviendas ubicadas en calles anchas y de fácil aparcamiento tienen mejor salida que las situadas en callejones estrechos o con acceso complicado. Asimismo, los compradores valoran la tranquilidad del vecindario y la ausencia de ruidos industriales o comerciales, algo muy presente en la decisión de compra.
En el contexto actual, las casas terreras reformadas con patio o azotea representan el producto más rentable de La Camella. Su escasez y la tendencia de los compradores hacia espacios exteriores hacen que se revaloricen año tras año. Además, la posibilidad de destinar parte del inmueble al alquiler —ya sea un estudio independiente o una planta adicional— refuerza su atractivo como inversión.
Resumen: las casas con garaje, patio y documentación regularizada son las más demandadas y mantienen su valor a largo plazo. Representan el equilibrio perfecto entre independencia, espacio y estabilidad económica, lo que las convierte en una de las mejores opciones de venta dentro del mercado residencial de La Camella.
Una de las singularidades más interesantes del mercado inmobiliario de La Camella es la presencia de viviendas mixtas, es decir, inmuebles que combinan local comercial en la planta baja y vivienda en la planta superior. Este tipo de propiedad, muy representativo de la arquitectura funcional de los años ochenta y noventa en el sur de Tenerife, se ha convertido en un producto escaso, versátil y con un alto potencial de rentabilidad.
Estas construcciones suelen estar situadas a lo largo de las vías principales del casco, especialmente en torno a la carretera general TF-28 y las calles adyacentes, donde existe un flujo constante de residentes y tráfico local. El bajo se destina tradicionalmente a tiendas, talleres, peluquerías, despachos o pequeños negocios familiares, mientras que la planta alta se utiliza como vivienda principal. En muchos casos, ambos espacios están independizados jurídicamente, permitiendo la venta o el alquiler por separado, una característica que añade valor a medio y largo plazo.
Rangos de precios actuales:
Entre 2.000 y 2.500 €/m², dependiendo del estado de conservación, la superficie construida y la visibilidad comercial del local.
Las propiedades reformadas o con licencias vigentes de actividad alcanzan precios más altos, sobre todo si disponen de escaparate amplio y fácil aparcamiento en las inmediaciones.
Los inmuebles más antiguos, que requieren actualización o adecuación a normativa, se sitúan en la parte baja del rango, pero ofrecen gran potencial de revalorización tras una reforma.
La ventaja competitiva de este tipo de inmueble radica en su doble funcionalidad: permiten combinar residencia y actividad económica en un mismo edificio, reduciendo costes de desplazamiento, alquiler y mantenimiento. Para muchos profesionales —como fontaneros, electricistas, peluqueros o asesores—, contar con un local bajo su vivienda representa una oportunidad estratégica para consolidar su negocio y asegurar estabilidad patrimonial.
Este tipo de producto también atrae a pequeños inversores que ven en él una fórmula mixta de rentabilidad. Por un lado, el local se puede arrendar a un negocio activo; por otro, la planta superior se destina a alquiler residencial, generando dos ingresos independientes dentro de la misma propiedad. En zonas con alta demanda de servicios, la rentabilidad bruta combinada puede situarse entre el 6 % y el 7 % anual, superando ampliamente la media del mercado local.
Desde el punto de vista urbanístico, estas viviendas se benefician de su ubicación céntrica y de la facilidad para tramitar licencias de actividad, dado que La Camella cuenta con suelo urbano consolidado y una red de servicios básicos completa (alcantarillado, electricidad y telecomunicaciones). No obstante, para vender este tipo de inmuebles es imprescindible disponer de toda la documentación regularizada, especialmente en casos donde se hayan realizado ampliaciones o divisiones internas sin actualizar el registro.
Los compradores valoran especialmente aquellos edificios que ya tienen instalaciones separadas (cuadros eléctricos, contadores y accesos independientes), ya que facilitan el uso o arrendamiento dual. En cambio, los inmuebles con estructuras compartidas o accesos comunes suelen requerir pequeñas obras de adecuación para alcanzar su máximo potencial de uso y valor de mercado.
Otro aspecto que influye en el precio final es el entorno inmediato. Las propiedades ubicadas en calles con actividad comercial consolidada —como talleres, cafeterías o tiendas de barrio— mantienen un flujo de público constante y resultan más rentables para autónomos. Por el contrario, las viviendas mixtas situadas en zonas puramente residenciales tienden a orientarse a uso doméstico, con menores márgenes de beneficio, aunque con una ocupación más estable.
En el contexto actual de 2025, con la progresiva recuperación del tejido empresarial local y la reactivación del pequeño comercio, este tipo de inmueble ha recuperado protagonismo. Su flexibilidad de uso y su estabilidad de demanda lo convierten en una opción atractiva tanto para quienes buscan establecer su propio negocio como para quienes desean invertir en un activo sólido y productivo.
Resumen: producto escaso y cada vez más valorado, las viviendas con local comercial en planta baja y residencia en la superior son altamente rentables y funcionales. Permiten unir vida y trabajo en el mismo inmueble, aportando independencia, ahorro y proyección patrimonial a largo plazo.
El comprador en La Camella se distingue por su perfil estable, racional y familiar. No busca lujo ni ostentación, sino funcionalidad, espacio y una buena relación entre calidad y precio. Es un tipo de cliente que conoce el mercado, compara opciones y valora los pequeños detalles que transmiten seguridad: orden, limpieza, claridad documental y una presentación visual cuidada.
A diferencia de las zonas turísticas del sur de Tenerife, donde la demanda fluctúa según la temporada o el origen del comprador extranjero, en La Camella predomina un mercado residencial sólido y predecible, impulsado por el deseo de establecer un hogar a largo plazo. La mayoría de los compradores viven o trabajan en el municipio, lo que aporta estabilidad al ciclo inmobiliario y reduce la especulación.
1. Familias residentes
Representan alrededor del 60 % de las operaciones de compraventa en La Camella. Suelen ser familias canarias o peninsulares con empleo estable en Arona, Adeje o San Miguel de Abona, que buscan una vivienda definitiva en un entorno tranquilo y bien comunicado.
Estas familias valoran especialmente la proximidad a colegios, zonas deportivas, supermercados y transporte público, así como la posibilidad de disponer de garaje o trastero. En muchos casos, proceden de zonas más turísticas o con mayor densidad y eligen La Camella por su equilibrio entre precio, accesibilidad y calidad de vida.
El proceso de decisión suele ser pausado y razonado: visitan varias opciones, revisan la documentación con detalle y confían en profesionales que les transmitan seguridad jurídica.
2. Parejas jóvenes
Constituyen uno de los grupos con mayor crecimiento en los últimos años. Buscan pisos reformados o con posibilidad de reforma, con buena distribución interior y opción de ampliación futura, como azoteas transitables o patios interiores.
Este perfil valora la versatilidad del inmueble, ya que en muchos casos se trata de su primera vivienda en propiedad. Prefieren ubicaciones cercanas al centro del barrio o con fácil acceso a la TF-28 para desplazarse a sus lugares de trabajo.
Las viviendas reformadas y bien presentadas captan rápidamente su atención, mientras que los inmuebles que requieren demasiadas actualizaciones suelen descartarse si el precio no compensa el esfuerzo de inversión adicional.
3. Inversores locales
Aunque su peso es menor que en las zonas costeras, los inversores locales y peninsulares mantienen un papel importante en el mercado de La Camella. Suelen adquirir casas terreras o pisos amplios para destinarlos al alquiler de larga duración, aprovechando la demanda constante y el bajo riesgo de morosidad.
La rentabilidad media bruta se sitúa en torno al 5 % anual, con una ocupación prácticamente continua, especialmente en viviendas bien ubicadas y con documentación en regla. Este tipo de inversor busca estabilidad más que beneficio inmediato, y prioriza la conservación del patrimonio frente a la especulación.
Un elemento clave del mercado de La Camella es la dependencia de la financiación hipotecaria. En más del 70 % de las operaciones, el comprador solicita préstamo, lo que implica que las propiedades deben cumplir con todos los requisitos legales y estructurales exigidos por las entidades bancarias.
Esto obliga a los vendedores a mantener las tasaciones alineadas con el valor real de mercado, evitando inflar precios que luego dificulten la concesión de crédito. Las viviendas con escrituras claras, certificado energético y nota simple actualizada se convierten automáticamente en las más atractivas para este segmento de compradores.
El comprador medio en La Camella no improvisa. Analiza, contrasta y busca confianza. Prefiere pagar el precio justo por una vivienda bien cuidada y documentada antes que arriesgar en operaciones con incertidumbre. Por eso, las propiedades que transmiten orden, profesionalidad y transparencia —limpias, bien fotografiadas, con planos y toda la documentación al día— son las primeras en venderse.
Resumen: el comprador en La Camella es previsor, metódico y familiar. Busca estabilidad, claridad y confianza en el proceso. Las viviendas limpias, documentadas y bien presentadas no permanecen mucho tiempo en el mercado, porque responden exactamente al tipo de seguridad que este perfil valora.
Ubicación: las zonas altas, con vistas al valle o al mar, se valoran mejor.
Aparcamiento: contar con plaza cerrada o garaje privado puede añadir un 8–10 % al precio final.
Reforma reciente: cocinas y baños actualizados elevan el valor percibido más que la superficie.
Documentación completa: certificado energético, escritura y nota simple son imprescindibles.
Estado de la fachada y accesos: el entorno limpio y cuidado mejora la percepción global.
✔ Resumen: los compradores valoran más el mantenimiento y la presentación que la antigüedad del inmueble.
Fijar un precio realista desde el inicio.
Realizar una pequeña puesta a punto estética: pintura neutra, orden y limpieza.
Incluir fotografía profesional mostrando amplitud y luminosidad.
Destacar los servicios cercanos: colegios, transporte y supermercados.
Preparar toda la documentación antes de publicar.
✔ Resumen: profesionalizar la venta es la diferencia entre esperar y cerrar la operación en menos de tres meses.
El alquiler residencial en La Camella alcanza precios de 750–950 €/mes, con una rentabilidad media del 5,2 %, superior a la media de Arona interior.
Los inversores valoran la estabilidad de los inquilinos y el bajo índice de morosidad, lo que refuerza el atractivo de la zona para compra con fines rentables.
✔ Resumen: mercado estable, previsible y en crecimiento moderado; perfecto para propietarios que buscan vender sin urgencia pero con seguridad.
Vender una vivienda en La Camella en 2025 es una operación estratégica para quienes desean obtener liquidez en un entorno con alta demanda local y poca oferta nueva.
El secreto está en preparar la vivienda como si fuera una oportunidad única, con documentación completa, presentación cuidada y precio coherente.
La Camella se consolida como el corazón residencial de Arona, un mercado sin burbujas y con compradores solventes que valoran la tranquilidad, la comunidad y el sentido práctico.
Vender aquí es hacerlo en un entorno real, donde cada operación se apoya en necesidad y confianza, no en especulación.
Idealista – Informe de precios por metro cuadrado (Tenerife Sur, 2025)
https://www.idealista.com/sala-de-prensa/informes-precio-vivienda/
Fotocasa – Evolución del precio de la vivienda en Canarias (octubre 2025)
https://www.fotocasa.es/indice-inmobiliario
Tinsa – IMIE Mercados Locales, tercer trimestre 2025
https://www.tinsa.es/indices-precio-vivienda/
Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana (MITMA) – Estadísticas de transacciones inmobiliarias por municipios
https://www.mivivienda.es/estadisticas-transacciones-inmobiliarias
Gobierno de Canarias – Instituto Canario de Estadística (ISTAC): Vivienda y construcción
https://www.gobiernodecanarias.org/istac/temas/vivienda/
Ayuntamiento de Arona – Plan General de Ordenación y normativa urbanística vigente
https://www.arona.org/ayuntamiento/urbanismo
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